lunes, 8 de diciembre de 2008

REGLAS PARA UNA BUENA REDACCIÓN

Una de las deficiencias todavía recurrente, aunque bien menos encontrada, es la forma en que vamos a redactar un texto a publicar en un sitio web. Si bien, las reglas tradicionales de la escritura son conservadas, éstas se enriquecen al aplicarse a un metamedio o plataforma multimedia e hipertextual como lo es éste.
En otras palabras, se trata de aprovechar las propiedades de la misma red y a su vez utilizar recursos poco viables si los usáramos por aparte en medios diferentes. El hipertexto, tan intuitivo con la famosa ‘manita’, nos da aviso de la existencia de algo más atrás de esa liga. Es la invitación a seguir navegando por elementos textuales, gráficos o audiovisuales.
Estos sencillos pasos son producto de la práctica seguida por las redacciones de los periódicos en línea.
Al buen entendedor…
Ser concisos. A diferencia de la redacción en papel escrita, se sugiere publicar un 50 por ciento como máximo del texto comúnmente usado.
Escribir para facilitar el rastreo en pantalla. Se debe evitar el uso de largos bloques de texto corrido y privilegiar los párrafos cortos, descansos y lista de balazos.
Aprovechar el uso del hipertexto. Se rompe con la regla de la lectura lineal, ahora el usuario puede seleccionar desde la página principal la liga de inicio o si prefiere profundizar en alguna nota o dato.
Ser concisos.
De acuerdo a Jakob Nielsen, en su libro ‘Usabilidad. Diseño de sitios web‘ (Prentice Hall, 2000), señala que:
• Estudios revelan que la lectura en línea es 25 por ciento más lenta que en el papel.
• 79 por ciento de las personas explora la pantalla antes de iniciar una lectura de los textos.
• Una mala ortografía, revisión gramatical o mala estructura de la redacción puede confundir al lector.
Aunque el último punto resulta obvio, no dejando de lado los primeros, una mala ortografía o redacción puede generar la desconfianza del usuario ante cualquier sitio. Los primeros incisos bien revelan el comportamiento habitual del público ante cualquier página.
Estructura lógica y simple
Vale la pena señalar en la mera redacción de un texto o nota, la estructura que ésta debe seguir al:
• Aprovechar el uso de títulos o encabezados, así la gente decidirá la sección a leer de nuestro escrito.
• Usar una lista de balazos y elementos que distingan la información.
• Hacer uso del hipertexto para destacar palabras o conceptos importantes.
• Aplicar la regla de la pirámide invertida para todos los documentos.
Para quienes no tienen referencia de la llamada “pirámide invertida”, hablamos de escribir el clímax de nuestro texto al inicio y lo menos importante para el final.
Una sola idea por párrafo.
Esa sería la clave de toda redacción, el tratar de mezclar varios temas en un solo párrafo entorpecen formular una escritura clara y comprensible para el auditorio al que nos dirigimos.
Otro asunto interesante lo es el escribir pensando en dos niveles de información. Con el primero, el lector tendría la información esencial de nuestro texto completo con únicamente leer los dos primeros párrafos. El segundo corresponde a la ampliación, a la explicación profunda y detallada de nuestras ideas.
La primer formula la usamos para las páginas principales de nuestros sitios o como primer encabezados de las notas periodísticas en la web. La segunda corresponde para el navegante que decide dar clic sobre nuestra nota y tener más detalles.
Recomendaciones de primer nivel.
• Redacción de encabezado “gancho”, con los elementos principales de nuestra información
• Tres párrafos máximo, con un resumen atractivo, sin dar toda la nota, invitando al usuario a dar clic en ella.
• En el caso de documentos muy extensos, dividirlo en subtemas. Cada uno representaría un encabezado que el usuario podrá visitar aleatoriamente.
En la redacción de notas informativas, presentamos el encabezado y un párrafo que resuma el contenido de nuestra nota. Ese encabezado debe ser una liga que conduzca al usuario al documento completo. En escritos más largos, se presenta un abstracto no mayor a 3 párrafos, junto con ligas, balazos y subtemas. Todo esto debe aparecer a la vista en la primera pantalla, antes de bajar la barra o “scroll“.
Ayudar a los motores de búsqueda.
Uno de los uso más comunes de la red es la investigación, y la vía de mayor acceso a una página es el motor de búsqueda. Un mal título en la ventana de cada documento “html” puede representar la buena o mala incorporación a sitios como Google o Yahoo! Asimismo, esos enunciados quedan archivados en los favoritos o ‘bookmarks’ que la gente guarda en sus navegadores.
• Título contextualizado a nuestra nota.
• Recomendable de 2 a 6 palabras máximo.
•Títulos diferentes en cada página.
El título debe hacer clara referencia a nuestro escrito, con una extensión corta, no más de 6 palabras y diferenciar cada página con ese encabezado. La cabeza debe ser la misma tanto en la parte superior de nuestra ventana como dentro de la hoja web en sí.

Redacción de los encabezados.
Existen diferencias entre la forma de redactar un encabezado para un medio escrito contra una versión en línea.
1. Los encabezados en línea se presentan por separado de la nota, al aparecer dentro de un motor de búsqueda.
2. Poco espacio en pantalla que facilite agregar elementos que refuercen el contexto de la nota, aunque exista un resumen.
Sugerencias
• Ser claros, explicar muy cortamente de lo que trata su texto.
• Conciso.
• Evitar el uso de artículos.
• Iniciar con la palabra más importante de nuestro texto (Ejem. Nombre, persona, acción, etc.)
• Evitar que el encabezado inicie con la misma palabra en nuestras páginas.
El segundo nivel
Una vez desarrollado la principal parte de nuestro escrito, procedemos al segundo nivel donde aplicaremos las siguientes sugerencias:
Continuamos aplicando el principio de la pirámide invertida.
Párrafos cortos, con una sola idea.
Aprovechar los elementos de hipertexto, destacando conceptos importantes, personajes, sitios o documentos de relevancia.
Destacar en la estructura de la página, ligas de navegación al restos de los encabezados.
Texto no muy extensos. Aunque no existe una regla respecto a una extensión máxima, se sugiere usar un máximo de 600 palabras por página.
La redacción del texto debe dejarle la sensación al lector de haber terminado la idea principal.
Y por último, proponemos desde el primer nivel de información y en páginas interiores, presentarle al lector, el resto de ligas vinculadas a nuestro texto, además de imágenes, gráficas, audios y/o videos a presentar
Diseño y legibilidad del sitio
Al igual que hacemos hincapié en la redacción, el diseño de la hoja web cobra igual peso a observar:
• El uso de colores opuestos que contrasten fondo y texto.
• Evitar gráficos de fondo.
• Usar un buen tamaño de letra. (La letra pequeña sólo es válida en notas de pie de página o créditos). Ejem. 10 puntos
• Evitar textos en movimiento o parpadeando. Lo mejor es el texto estático.
• Fuentes recomendadas: tipo “Sans serif” Ejem. Verdana.
Finalmente, la redacción de un buen texto lo ubicará en un mejor lugar pensando en la persona con quien deseamos tener esta conversación. La idea es siempre poner en el común de nuestras ideas a todos.

La coherencia
es una propiedad de los textos bien formados que permite concebirlos como entidades unitarias, de manera que las diversas ideas secundarias aportan información relevante para llegar a la idea principal, o tema, de forma que el lector pueda encontrar el significado global del texto. Así, del mismo modo que los diversos capítulos de un libro, que vistos por separado tienen significados unitarios, se relacionan entre sí, también las diversas secciones o párrafos se interrelacionan para formar capítulos, y las oraciones y frases para formar párrafos o puntos de vista.
Un texto coherente ha de:
• Percibirse como un todo (por ejemplo, a diferencia de las antologías, una colección de cuentos coherentemente construida como "El Conde Lucanor" está centrada en torno a un tema).
• Ofrecer las informaciones relevantes, por ejemplo, una biografía de Miguel de Cervantes coherentemente construida no daría detalles sobre su talla de zapatos, ni indicaría que, a diferencia de Chewbacca, no es un Wookiee sino un ser humano. Pero, en cambio, sí indicaría que es un escritor, o que su obra más importante es El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha.
• Tener en cuenta los conocimientos del receptor. Por ejemplo, una página de Wikipedia, dirigida a lectores de todo el mundo, dirá que Cervantes nació en España, pero un libro de texto para alumnos españoles no tendrá ese detalle en cuenta. Del mismo modo, la primera página de un diario deportivo asumirá que el lector ya sabe cuál fue el resultado del encuentro (por haberlo visto por televisión), mientras que el acta arbitral habrá de consignar este dato.
Una forma sencilla de identificar la coherencia en un texto es formular la pregunta "¿de qué se trata el texto?".
El concepto racional de coherencia es relativo en los textos literarios, pues la incoherencia puede ser deliberada y estar al servicio de un mundo onírico o absurdo, que obedece a otra lógica.
Compara con: cohesión textual.
La coherencia (tiene que ver con la estructura semántica del texto): Es una propiedad básicamente semántica que trata del significado del texto, de las informaciones que contiene y de su organización. Tiene que ver con el sentido del texto. Un texto es coherente cuando es percibido como una unidad de sentido y no como un conjunto de enunciados inconexos, y cuando la información nueva se va relacionando con la ya proporcionada, siguiendo un orden lógico, y sin que haya saltos que hagan el texto de difícil comprensión. Se suele hablar de coherencia global, coherencia lineal y coherencia local. La coherencia global tiene que ver con la unidad temática del texto; la coherencia lineal, con la estructura del texto y con la organización lógica de las ideas, es decir, que las distintas partes mantengan relaciones de significado, y que haya una adecuada progresión temática; y la coherencia local se refiere al sentido cabal de cada enunciado


Tipos de coherencia
Se habla de coherencia global y coherencia local. La primera se refiere al tema central que da sentido al texto como totalidad, la segunda corresponde a la unidad temática de sus

segmentos.
• Causalidad. Se establecen relaciones de causa efectos; sus nexos son porque, puesto que, pues, a causa de, supuesto que, como que.
• Certeza. Refuerzan las ideas del autor presenta en el texto; sus nexos son evidentemente, seguramente, de hecho, desde luego, claro, además.
• Consecuencia. Relaciona la continuidad de las ideas plasmadas en las frases, oraciones o párrafos. Algunos de sus nexos son pues, de este modo, luego, por lo tanto, ahora bien, con que, por consiguiente.
• Condición. Son aquellos que establecen un requisito para que se cumpla lo expresado en la oración principal. Entre los elementos que se utilizan para este fin están con tal que, ya que, así que, siempre que.
• Oposición. Muestran los contrastes de una o más ideas que se presentan dentro de un párrafo; los nexos que se utilizan son pero, por el contrario, no obstante, sin embargo.

EL RITMO
El ritmo de un texto le confiere movimiento, vida, debe ser motivador y sugerente. Varía mucho según el tipo de escrito, pero en principio suele ser muy homogéneo en un mismo texto (excepto casos surrealistas). De este modo el lector crea sus propias expectativas sobre lo que va a leer a continuación y las confirma o rechaza a medida que avanza en la lectura. Los cambios bruscos, si no son intencionados, dificultan la creación de expectativas y reducen el interés por la lectura.
La primera frase de un texto suele dar la pauta sobre la velocidad y el ritmo que daremos al mismo.
La falta de subordinación da, en principio, un ritmo más rápido al texto. Cuando además no hay apenas nexos y se omiten algunos verbos, tenemos el ritmo más veloz y espontáneo, como el caso del texto radiofónico.
Por el contrario, la subordinación abundante hace el texto más complejo y su ritmo se vuelve lento y pausado.

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